3,2 es la cantidad de planetas Tierra que harían falta si toda la humanidad viviera como los habitantes de los ricos.
Como no todos los seres vivos utilizamos la misma cantidad de recursos para vivir, la huella ecológica es un indicador que define «el área de territorio ecológicamente productivo (cultivos, pastos, bosques o ecosistemas acuáticos) necesaria para producir los recursos utilizados y para asimilar los residuos producidos por una población dada con un “modo de vida específico” de forma indefinida. Su objetivo fundamental consiste en evaluar el impacto sobre el planeta de un determinado modo o forma de vida y, comparado con la biocapacidad del planeta. Consecuentemente es un indicador clave para la sostenibilidad.